¡Hola todos!
Por fallas con la pagina hace ya algún tiempo no he podido postear nada, parece que nuevamente somos victimas de los hackers pero aún nada esta comprobado, espero que pronto se arregle todo para seguir compartiendo con ustedes la información, anécdotas y mil cosas más...
Por ahora quiero compartir con ustedes un articulo que encontré hace algún tiempo, y me parecio muy acertado, dice así:
15 cosas que cambian en tu vida cuando nace tu hijo:
Por: Luciane Garbin. Luciane es periodista y fotógrafa, y a menudo escribe sobre temas de maternidad. Sus tres hijos, Gabriel (14), Sofía (10) y Matías (8) se encargan de mantener su vida en un constante remolino.
"Tu vida va a cambiar".
Recuerdo las veces que escuché esta frase durante mi primer embarazo, y lo mucho que me costaba captar su significado. ¿Será para mejor? ¿Será para peor?... Con el tiempo me di cuenta que todo depende únicamente de nuestro punto de vista y de lo mucho o poco que nos cuesta adaptarnos a los grandes cambios en nuestras vidas. Los cambios son tantos que es imposible enumerarlos, pero no son una sentencia sino un desafío, y como todo desafío, una oportunidad para aprender, crecer y hacernos mejores seres humanos.
Entre otras cosas, recuerdo los siguientes cambios por los cuales pasé al embarcar en mi viaje por el universo de la maternidad y que son comunes a la mayoría de las madres con quienes sigo creciendo y "viajando":
Entre los cambios más profundos, emocionantes y transformadores...
1. Descubres en tu interior una fuerza que te agarra de sorpresa y hasta te asusta por su intensidad. Te sientes como una leona, preparada para defender a tu "cachorrito" con tus propias uñas y dientes.
2. Te das cuenta que puedes ir más allá de tu límite, y del límite de tu límite, y del límite del límite de tu límite... Y esto te hace sentir infinitamente exhausta y fatigada, pero a la vez infinitamente capaz (¡qué verdad tan verdadera!).
3. Sientes crecer dentro de ti un amor tan fuerte, poderoso y profundo, que a veces hasta te espanta y confunde. "¿Podré querer a otro ser como a esta criaturita?", te preguntas. Ya verás que sí (y ésa será tu gran sorpresa cuando nazca tu próximo hijo).
4. Empiezas a entender, respetar y admirar a tus padres como nunca antes en la vida — "no es posible que mi mamá haya hecho todo esto", pensaba, "¡con cuatro hijos, tan jovencita!" — y crece genuinamente tu comprensión y gratitud hacia ellos.
5. Por primera vez entiendes que "sacrificio" no significa sufrimiento sino: "sacro" + "oficio", o sea, "trabajo sagrado". Comprendes la enorme importancia del lugar que ocupas en el mundo como madre, y el gran valor de tu trabajo.
6. Aumenta tu compasión por todos los niños. Poco a poco te vas haciendo madre no sólo de tus hijos, sino de todos los demás niños del mundo. No soportas ver sufrir a un niño en las telenoticias, ni en una película de televisión, ni en la calle.
Entre los cambios más cotidianos...
7. En tu casa, tu vida, tu trabajo... reina un nuevo orden, o más bien, desorden. Aceptarlo es clave para tu felicidad y paz interior, o sea que disfrútalo.
8. Descubres el placer y el valor de los momentos de silencio, de una ducha caliente al final del día, una tacita de té con una amiga, una película en casa con tu pareja, una noche de sueño profundo... y disfrutas a fondo cada uno de esos instantes.
9. Borras de tu diccionario la palabra "asco".
10. Aprendes a dominar el arte de la improvisación. Compones increíbles melodías, transformas tus dedos en marionetas, e inventas fantásticas y absurdas historias para mantener entretenido a tu bebé (sobre todo cuando está cansado, aburrido o enfermito).
11. Tu cinturita (y todo lo que queda al norte y al sur de ella) definitivamente no es la misma de antes, pero te sorprendes al darte cuenta de que estás mucho más interesada en el ombligo de tu bebé que en el tuyo propio.
12. Las horas dejan de tener 60 minutos y los días dejan de tener 24 horas. El tiempo ahora parece transcurrir a un nuevo ritmo (debido seguramente a algún arte de magia del bebé) y por ese extraño cambio llegas retrasada a casi todas tus citas.
13. Los momentos a solas con tu pareja son escasos y breves, pero los dos aprenden a disfrutarlos y aprovecharlos.
14. Como un malabarista que va agregando más y más objetos a su acto, aprendes a hacer dos, tres, cuatro, cinco... cosas a la vez, ¡y sin que se te caiga ninguna pelota!
15. Compruebas que nada, ni siquiera las matemáticas, es una ciencia cierta. Al fin y al cabo 1 + 1 = 3, y 3 no son demasiados, sino... una familia. Y por fin, como esa leona que defiende a sus cachorritos, a medida que crecen vas "soltando la rienda" y te das cuenta que ser mamá no significa proteger eternamente a tu niño de los peligros, problemas y conflictos de la vida, sino permitir que vaya enfrentando sus pequeños problemitas, confiada en haberle dado las herramientas necesarias para que vaya aprendiendo a solucionarlos.
Te invitamos a que compartas con nosotros, ¿Qué cambió en tu vida cuando nació tu bebé?
Sitio Oficial Aquí
1 comentario:
Hace tiempo puse un post en los cambios mas notorios al ser mamá
Definitivamente el tiempo es el que os hace falta y todooo el que tenemos es para esa personita, que en nuestro arreglo no ponemos mas que 30 min. a mi seposo le digo parezco la nana de Allen y no su mama jajaja el bien arregladito y mamá a medias :P
EL des orden en casa tienes mucha razón mas tardo en acomodar que Allen en desacomodas, pero verlo feliz es lo que cuenta.
Es muchísimo lo que cambia en nuestra vida que nunca acabaríamos pero aun conociendo y experimentando los cambios me atrevo a decir que QUIERO OTRO BB y no solo 1 si no que 2
Saludos y bendiciones.
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