"Los hijos son como viajes al interior de una misma en los cuales el cuerpo, la mente y el alma cambian de dirección, se vuelven hacia el centro mismo de la existencia"
Isabel Allende



25.3.09

"¿Estás triste?"

Desde que somos padres nos hemos vuelto más sensibles ante los sentimientos y necesidades de nuestro hijo, y él nos ha demostrado su interés y preocupación por los demás, es muy humano nos da constantes señales de ello, nos dibuja una sonrisa, nos regala las suyas y hace que todo sea maravilloso...
Nos da mucha impotencia ver como algunos padres dejan llorar a sus hijos sin importarles lo que ellos sienten, es triste observarlos desconsolados, solos y sin atención, con el tiempo se han acostumbrado a estar así, callados para no molestar a sus padres y hacer lo que estos les imponen.... Cuándo lo único que necesitan y reclaman a gritos es un abrazo, un poco de amor, consuelo y cariño...

Frecuentemente se minimizan los sentimientos de los niños creyendo erróneamente que son asuntos menores, los adultos aveces no entendemos que para un niño sus frustraciones, rabietas, llantos y demás sentimientos son algo tan importante como pueden ser nuestros problemas, en muchas oportunidades se pretende que ellos resuelvan sus cosas por sí mismos cuándo los pequeños a la única persona que pueden acudir es a sus padres y si nosotros les damos la espalda van a crecer con desconfianza, con recelo y con actitudes negativas hacia los demás ya que nunca encontraron el apoyo, el cariño, el amor y el respaldo que merecían cuando más lo necesitaban.


Este articulo me pareció muy interesante y quizás pueda hacernos cambiar nuestra visión sobre el tema:


Todavía existe el mito de que los y las pequeñas son felices por el hecho de estar en la infancia. Libres de las preocupaciones que agobian en la edad adulta, imaginamos y a veces añoramos esta etapa de la vida, como un periodo de bienestar y placer, donde todas nuestras necesidades estaban cubiertas y sólo vivíamos para disfrutar.


Pero, ¿es realmente la infancia un paraíso?

La infancia no es el reflejo de ningún paraíso terrenal. Crecer no es fácil. Hay momentos de plenitud y gozo infantil, pero otros de dolor propios del aprendizaje relacional y del proceso de crecimiento psicoafectivo, que en ocasiones no resulta tan gratificante como se pudiera creer.¿Son en general los niños y niñas en nuestra sociedad, felices?La infancia a veces nos queda tan lejos, que tendemos a idealizarla. En ocasiones abrumados por nuestro presente cotidiano, miramos a nuestros hijos e hijas pensando que ellos sí que son felices por carecer de tantas responsabilidades, pero esto no siempre es así. Los y las pequeñas tienen un rico universo emocional, y al igual que nosotros también se sienten tristes y solos pese a nuestra presencia.


¿Pero son sus emociones “fiables”? Un niño llora, y al minuto siguiente ríe. ¿Cómo podríamos interpretarlo?


Este pasaje rápido de una emoción a otra, puede llevar a interpretar equivocadamente su emoción y quitarle la importancia que se merece. Realmente el mundo emocional infantil y el nuestro son diferentes pero ambos igualmente importantes. Por ejemplo, un bebé que llora, es un bebé que está totalmente inundado por su emoción, sin poderla comprender ni canalizar, salvo a través del consuelo de un adulto.


Un niño más mayor, siente profundamente las emociones, sean de tristeza, alegría o rabia aunque muy lentamente comienza a comprender que responden a un estado pasajero y poco a poco pueden incluso verbalizar el motivo que las provoca.Pero hay una característica común entre el bebé y el niño: necesitan del adulto para canalizar su emoción, y aprender progresivamente a gestionarla.

¿Puede un bebé estar triste?

Investigaciones recientes realizadas en E.E.U.U. demuestran que los bebés que no son acariciados suficientemente, tienen un desarrollo cerebral de hasta un 20 y un 30% menor que los bebés que reciben atención afectiva suficiente. Se les denominan “Cerebros tristes” porque a pesar de estar totalmente atendidos en sus necesidades nutritivas e higiénicas, tienen hambre de amor y contacto epidérmico. Las repercusiones son muy serias para su desarrollo posterior tanto en el plano emocional como intelectual. El problema es que pasan desapercibidos, porque son los denominados “bebés buenecitos”, que casi no protestan a pesar de pasar mucho tiempo sin ese contacto emocional que habitualmente proporciona la madre.


Y un niño más mayorcito, ¿qué motivos de tristeza puede tener?

Una cosa es la tristeza y otra la depresión. La primera es una emoción humana, totalmente natural. La segunda habla ya de una patología, un disturbio más grave y complejo. Los y las niñas pueden estar tristes por muchos motivos que a veces nos parecen banales. Como por ejemplo, no querer separarse de la madre o el padre en muchas situaciones cotidianas: ir a la escuela, quedarse con terceros sin desearlo, etc. O por no sentirse comprendidos cuando han hecho algo sin intención negativa pero se les ha atribuido cierta maldad, o cuando se les acusa de mentir y ellos no lo sienten así y un largo etc.La tristeza infantil es más común e importante de lo que en ocasiones creemos.


¿Qué actitud tomar cuando observamos que nuestro hijo esta triste?

Lo más esencial, es permanecer cerca. Estar disponibles afectivamente, en función de la demanda que tanto verbalmente o de forma no verbal (llanto, apatía, etc.) nos manifiestan. Si es bebé, acogerlo en brazos transformará su emoción. Si es niño, tratar de indagar sin interrogar, le transmitirá que estamos deseosos de ayudarle. Pero siempre, manifestando abiertamente nuestro apoyo y afecto aunque a veces no responda a nuestra pregunta o consideremos que no tiene motivos “objetivos” para estar triste.

¿No es mejor, hacerles “duros” para que no sean débiles de mayores?

Este es un tópico demasiado extendido: La sociedad nos inculca desde pequeños que no debemos llorar “tan grande y llorando...”. Se ignora que reprimir la emoción de llanto, es impedir el contacto con una vivencia tan legítima como la risa. No es más “fuerte” el que no llora. En todo caso, será más duro, y por tanto más insensible también a otros placeres de la vida. La alegría y la tristeza, son las caras de una misma moneda e igualmente dignas. Esenciales para sentir la vida plenamente.


Por: Yolanda González

Sitio Oficial Aquí
Publicado en Max Mara. Revista Municipal. Bilbao.

Con autorización de su autora para ser publicado en este espacio.

14 comentarios:

Unknown dijo...

es verdad, loa dultos cometemos ese erro de decir "no paso nada" es pokito...no exageres, cuandop ara ellos lo sufren por aquí es en magnitud.

que buen articulo

Anónimo dijo...

Hola!!

Kerita, mira que hace un tiempo David y yo vimos como una mamá dejaba atrás a su hijo que lloraba desconsoladamente, para ella era algo tonto y sin importancia, para él era la perdida de su juguete favorito... pasa actualmente en todo momento y en todo lugar, aunque me senti impotente por no poder hacer hacer nada, David le dio una gran lección a esa mami, le dijo al niño, "No estes triste" tratando de consolarlo, fue muy duro pero a la vez vi como mí hijo se hace más humano ante los sentimientos de los demás...

Lo mejor es tomarnos en serio sus cosas por mas pequeñas que parezcan valen la pena y son muy importantes para ellos!!!

Te envio un saludo muy especial!!

Besitos

Anónimo dijo...

Hola Martha!
Gracias por este artículo tan interesante. No puedo estar más de acuerdo.

Hoy en día (a mis 33 años) aún recuerdo algunos momentos tristes de mi infancia y el gran consuelo que significaba un beso o un abrazo de mis padres. Para mi lo más grande e importante en aquel entonces (y también hoy día).

Desde el primer minuto de vida de mi hijo, he intentado darle todo mi cariño y atención y parece que la cosa no nos está saliendo mal, porque es un iño muy riseño y simpático...

Abrazos fuertes,

Begoña

Anónimo dijo...

Hola!!

Begoña, gracias por compartirnos ese bello relato de tú infancia, creo que es el mejor legado que le podemos dejar a nuestros hijos, para que nos recuerden con amor, así como hoy lo estas haciendo tú!!

Me alegra mucho que las cosas te esten saliendo bien con tú nene, nada mas maravilloso en el mundo que ver a nuestros hijos felices!!

Te envio un beso enorme,muacks

Silvia Amador dijo...

Fijate que yo aun recuerdo esos momentos dificiles de mi niñez. Tengo la completa seguridad de que los problemas de los niños y de los adultos son igualmente grandes. A cada uno en su momento nos agobian de igual manera.

Anónimo dijo...

Hola!!

Silvia, que alegria leerte por acá, y claro totalmente de acuerdo contigo, lo malo es cuándo algunos padres pasan por alto las cosas de los niños porque creen que son cosas sin importancia, y aún más triste es ver a los niños acostumbrarse a su soledad para no molestar, saber que si lloran nadie acudira a su llamado, sentirse solos y sin protección, sin atención, sin amor... Eso me parte el alma...Espero que en un futuro no muy lejano las cosas sean diferentes!!!

Te envio un beso enorme!!

Muacks

Rose dijo...

¡Hola!
Todos los artículos de Yolanda González son interesantísimos, la verdad...
¡Por supuesto que los niños también están tristes! Y me parece importantísimo que aprendan a observarse, a comprenderse, y a aceptarse, cosa muy difícil de conseguir cuando los padres negamos sus sentimientos porque nos parecen "cosas de niños"...
Hay una colección de cuentos preciosos, escritos por Tracey Moroney, que no sé si podrás conseguir ahí... Creo que son ochos cuentos, y cada uno de ellos trata sobre un sentimiento: "Cuando estoy triste", "Cuando estoy enfadado", "Cuando estoy contento", "Cuando estoy celoso".... Se los empecé a leer a Rn. cuando tenía dos años, y siguen encantándole...
Un beso.

Anónimo dijo...

con todo lo que quiero a mis hijos, no por ello prescindo de mi egoísmo cuando estoy con ellos, hay momentos maravillosos y momentos también de pesar y de ausencia

Anónimo dijo...

Hola!

Rose, totalmente de acuerdo contigo, ojala que muchos padres cambien si visión acerca de este tema y puedan entender que sus hijos necesitan confiar en sus padres, necesitan atención, contacto, en una palabra necesitan Amor!!

Gracias por el dato de los cuentos, voy a buscarlos quizás los consiga de lo contrario yo misma se los elaboro, me parece una idea genial!! Muacks

Saludos Cordiales!!

Anónimo dijo...

Hola!!

Amor y Libertad, Bienvenido!! voy a visitar tú blog porque el titulo suena muy interesante!!

Creo que lo realmente importante es tratar de vivir en plenitud cada momento al lado de nuestros hijos, es maravilloso verlos crecer y aprender cada día cosas nuevas de ellos..

Claro todo no puede ser perfecto hay momentos dificiles, de enojo y de tristeza, lo importante es sacar lo mejor de cada experiencia, para seguir adelante y ser mejores cada amanecer!!

Te envio un abrzao enorme!!

Mayli dijo...

Hola Martha es verdad lo que dice el articulo; muchos niños se reprimen lo que sienten por temor y terminan con muy poca autoestima o caresen de sentimientos, te digo que en mi caso mi mama nos crecio con mano dura no le reprimo nada pues gracias a ella soy lo que soy pero si en ocaciones necesitaba que fuera mi amiga.

Martha dijo...

Hola!!

Mayli, te super entiendo, y es duro sanar heridas para poder ser mejores cada día, pero eso es lo realmente valioso, reconocer nuestras fallas para lograr levantarnos con más fuerzas y luchar por lo que queremos!!!

Desafortunadamente algunos padres creen que criar con mano dura es lo mejor que pueden hacer por sus hijos, ya que ellos recibieron ese trato, y es lo único que tienen para ofrecer ya que no desean cambiar sus creencias con respecto a este tema, dicen que si funciono para ellos, funcionara también para sus hijos, si supieran cuán equivocados estan creo que se arrepentirían toda la vida, ya que el maltrato, el castigo y las humillaciones solo destruyen...

Creo que cuándo hemos tenido una infancia dificil lo mejor que podemos tratar de hacer es no repetir historias para otorgarle a nuestros hijos una Crianza basada en el Amor y el Respeto, y la Empatía, es dificil pero con paciencia constancia y muchas ganas de querer hacer las cosas podemos sacar lo mejor de cada situación que vivimos!!

Te envio un abrazo enorme!!

Anónimo dijo...

Hola! Gracias por información tan importante nuestros nenes son como esponjitas las cuales debemos cuidar lo que absorben y de como son tratados en todos los sentidos!! Buen post. Un abrazo.

Martha dijo...

Hola!!

Rocio, gracias por tus palabras y si, tienes mucha razón ellos estan aprendiendo de nosotros y si no les damos nuestro amor y nuestra atención, será muy dificil que logren creer y confiar en nosotros...

Te envio un beso enorme!!