- Desde el contacto piel a piel, el niño va a sentir las manos de su madre o padre fluyendo por su delicado cuerpo.
- A través del sentido del oído escuchará la voz de su madre o padre, con un tono cálido y armonioso.
- También podrá escuchar músicas relajantes.
- Desde la mirada, la díada, se producirá un contacto y acompañamiento que favorece la estimulación visual.
- El sentido del olfato tambíén estará presente percibiendo el bebé el olor de su padre o madre.
- Incluso el sentido del gusto al chupar sus manos, pies, o llevarse los dedos y manos de la persona que se realiza el masaje a la boca.
Son numerosos los estudios científicos que avalan la importancia de la alimentación afectiva. En la naturaleza podemos observar que animales no lamidos crecen más flacos y débiles.
Desde el masaje infantil los niños obtienen múltiples beneficios, tanto fisiológicos como psicológicos, pero también el adulto se ve recompensado al conocer esta nueva comunicación con sus pequeños.
Entre los beneficios para el niño podemos encontrar que:
- El masaje acelera el proceso de mielización del cerebro y del sistema nervioso. Mejora comunicación entre cerebro y cuerpo.
- Ayuda a regular y a reforzar las funciones respiratoria, circulatoria y gastrointestinal.
- Estimula el sistema inmunológico.
- Ayuda al niño/a a relajarse y lo alivia del estrés y la ansiedad de encontrarse cosas nuevas.
- Favorece y facilita el espacio y el tiempo necesario para el establecimiento de un buen vínculo de apego y de la relación tónico emocional.
En cuanto a los beneficios para el adulto:
- Mantiene e intensifica el vínculo de apego con los niños/as.
- Mejora la autoestima haciéndonos sentir más seguros y confiados en nuestra labor como padres.
- Es un tiempo de serenidad en el ajetreo de las rutinas del día a día.
- Favorece el reconocer el lenguaje corporal del niño/a, su comunicación no verbal, las tensiones...
- Facilita la escucha y comprensión del niño/a.
Las diferentes maneras de sostener, de tocar, de manipular por parte del adulto (figura del apego) son captadas por los receptores cutáneos, propioceptivos del niño provocándole sentimientos de bienestar, seguridad y confianza. El tacto y contacto, el olor, la mirada, el calor, el acogimiento y la voz constituyen el vínculo del apego. Por ello el masaje infantil es favorecedor del vínculo de apego. Y más allá de éste, de la identidad infantil.
Sitio Oficial Aquí
Por: Mª Paz García Sola
(Representante en Castilla y León de la Asociación Española de Masaje Infantil)
1 comentario:
Martha! Yo lo hice mucho y nos encantó. Ahora lo hago, pero menos, ya que Layla está muy movediza y hace solo un mes que camina, y quiere caminar todo el tiempo! Pero me imagino que cuando sea más grande volveremos a pleno!
Muchos besos
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