1.) Los niños de mala conducta son “niños desanimados” que tienen ideas erróneas de cómo lograr su meta principal de pertenecer. Estas ideas los guían al mal comportamiento. No podemos ser eficaces a menos que enfrentemos las creencias erróneas en vez de solamente el mal comportamiento.
2.) Use la animación para ayudar a los niños a sentir “que pertenecen” de tal manera que la motivación del mal comportamiento se elimine. Celebre cada paso en dirección a un mejoramiento de la situación en vez de enfocarse en los errores.
3.) Una muy buena forma de ayudar a que los niños se sientan animados es “pasar con ellos un tiempo especial.” Muchos maestros han notado un cambio dramático en un “niño problema” después de pasar cinco minutos simplemente charlando de lo que le gusta hacer al niño para entretenerse.
4.) Cuando acueste a los niños, pídales que compartan con usted el momento “más triste” y el momento “más feliz” del día. Después usted comparta con ellos. Se sorprenderá de lo que aprende.
5.) Tenga reuniones familiares o en la sala de clase para resolver los problemas con cooperación y respeto mutuo. Ésta es la clave para crear un ambiente de amor y respeto mientras ayuda a los niños a desarrollar la auto-disciplina, la responsabilidad, la cooperación y la capacidad de resolver problemas.
6.) Dé a los niños trabajos de importancia. Por conveniencia, muchos padres y maestros hacen cosas que los niños podrían hacer por sí mismos o ayudándose mutuamente. Los niños sienten que pertenecen cuando ellos saben que pueden aportar una contribución verdadera.
7.) Decidan juntos qué trabajos se necesitan hacer. Escríbalos y póngalos en una caja y deje que cada niño saque unos pocos cada semana; de esa forma nadie hace los mismos trabajos todo el tiempo. Los maestros pueden invitar a los niños a que les ayuden a establecer las reglas de la clase y hacer una lista en un cuadro titulado, “Nosotros decidimos:”. Los niños se sienten capaces, motivados y entusiasmados cuando se los incluye en las decisiones.
8.) Tome el tiempo para entrenar. Asegúrese que los niños comprenden lo que significa para usted “limpiar la cocina.” Para ellos puede que signifique poner los platos en el lavaplatos. Los padres y maestros podrían preguntar, “¿Cuál es tu entendimiento de lo que se esperaba?”
9.) Enseñe y modele el respeto mutuo. Una forma es siendo cariñoso y firme al mismo tiempo—cariñoso para mostrar respeto por el niño y firme para mostrar respeto por usted mismo y “las necesidades de la situación.” Esto es difícil durante un conflicto, así que use lo siguiente cuando pueda.
10.) El elegir el momento oportuno multiplicará por diez su eficacia. No “funciona” tratar de resolver un problema en el momento del conflicto—las emociones se cruzan en el camino. Enséñele a los niños que todos necesitamos un período para tranquilizarnos. Usted o los niños pueden ir a otro cuarto y hacer algo que los haga sentirse mejor—y después discutir el problema con respeto mutuo.
11.) Deje de lado la idea equivocada que dice que para hacer que los niños se comporten mejor, primero tienen que sentirse mal. ¿Quiere usted hacer mejor las cosas cuando se siente humillado? Esto representa una nueva perspectiva del “tiempo para tranquilizarse.”
12.) Use tiempo para tranquilizarse. Dígale a los niños por adelantado que todos necesitamos un “tiempo para tranquilizarnos” a veces cuando nos estamos comportando inapropiadamente, así, cuando se les pida que vayan a su cuarto para que pasen un tiempo allí, ellos pueden hacer algo que los haga sentirse mejor. “Cuando estés listo, vuelve y discutiremos juntos las soluciones.”
13.) El castigo puede “funcionar” si usted está interesado solamente en parar el mal comportamiento por “el momento.” A veces debemos tener cuidado de lo que funciona cuando los resultados a largo plazo son negativos—resentimiento, rebeldía, venganza o retraimiento.
14.) Enseñe a los niños que los errores son oportunidades maravillosas para aprender. Una forma de enseñar a los niños que los errores son oportunidades maravillosas para aprender es modelando usted mismo el uso de las “Tres R's de la Recuperación” después de haber cometido un error. (1) Reconozca su error de buena gana; (2) Reconcíliese. Esté dispuesto a decir “lo siento, no me gustó la forma como traté ese asunto;” (3) Resuelva. Enfóquese en las soluciones en vez de la culpa. (#3 será eficaz solamente después de #1 y #2)
15.) Enfóquese en las soluciones en vez de las consecuencias. Muchos padres de familia y maestros intentan disfrazar el castigo llamándolo una consecuencia lógica. Invite a los niños a participar en la búsqueda de soluciones que (1) están relacionadas, (2) son respetuosas, (3) son razonables y (4) son útiles.
16.) Asegúrese de que se comunica un mensaje de amor y respeto. Empiece con “eres importante para mí. Estoy preocupado por esta situación. ¿Trabajarías conmigo para encontrar una solución?”
17.) ¡Diviértase! Lleve la alegría a los hogares y salas de clases.
Del libro Disciplina Positiva por Jane Nelsen
Publicado por Ballantine, New York, NY: 1996
Disponible a través de Libros, Cintas y Videos Empowering People (1-800-456-7770)
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2.) Use la animación para ayudar a los niños a sentir “que pertenecen” de tal manera que la motivación del mal comportamiento se elimine. Celebre cada paso en dirección a un mejoramiento de la situación en vez de enfocarse en los errores.
3.) Una muy buena forma de ayudar a que los niños se sientan animados es “pasar con ellos un tiempo especial.” Muchos maestros han notado un cambio dramático en un “niño problema” después de pasar cinco minutos simplemente charlando de lo que le gusta hacer al niño para entretenerse.
4.) Cuando acueste a los niños, pídales que compartan con usted el momento “más triste” y el momento “más feliz” del día. Después usted comparta con ellos. Se sorprenderá de lo que aprende.
5.) Tenga reuniones familiares o en la sala de clase para resolver los problemas con cooperación y respeto mutuo. Ésta es la clave para crear un ambiente de amor y respeto mientras ayuda a los niños a desarrollar la auto-disciplina, la responsabilidad, la cooperación y la capacidad de resolver problemas.
6.) Dé a los niños trabajos de importancia. Por conveniencia, muchos padres y maestros hacen cosas que los niños podrían hacer por sí mismos o ayudándose mutuamente. Los niños sienten que pertenecen cuando ellos saben que pueden aportar una contribución verdadera.
7.) Decidan juntos qué trabajos se necesitan hacer. Escríbalos y póngalos en una caja y deje que cada niño saque unos pocos cada semana; de esa forma nadie hace los mismos trabajos todo el tiempo. Los maestros pueden invitar a los niños a que les ayuden a establecer las reglas de la clase y hacer una lista en un cuadro titulado, “Nosotros decidimos:”. Los niños se sienten capaces, motivados y entusiasmados cuando se los incluye en las decisiones.
8.) Tome el tiempo para entrenar. Asegúrese que los niños comprenden lo que significa para usted “limpiar la cocina.” Para ellos puede que signifique poner los platos en el lavaplatos. Los padres y maestros podrían preguntar, “¿Cuál es tu entendimiento de lo que se esperaba?”
9.) Enseñe y modele el respeto mutuo. Una forma es siendo cariñoso y firme al mismo tiempo—cariñoso para mostrar respeto por el niño y firme para mostrar respeto por usted mismo y “las necesidades de la situación.” Esto es difícil durante un conflicto, así que use lo siguiente cuando pueda.
10.) El elegir el momento oportuno multiplicará por diez su eficacia. No “funciona” tratar de resolver un problema en el momento del conflicto—las emociones se cruzan en el camino. Enséñele a los niños que todos necesitamos un período para tranquilizarnos. Usted o los niños pueden ir a otro cuarto y hacer algo que los haga sentirse mejor—y después discutir el problema con respeto mutuo.
11.) Deje de lado la idea equivocada que dice que para hacer que los niños se comporten mejor, primero tienen que sentirse mal. ¿Quiere usted hacer mejor las cosas cuando se siente humillado? Esto representa una nueva perspectiva del “tiempo para tranquilizarse.”
12.) Use tiempo para tranquilizarse. Dígale a los niños por adelantado que todos necesitamos un “tiempo para tranquilizarnos” a veces cuando nos estamos comportando inapropiadamente, así, cuando se les pida que vayan a su cuarto para que pasen un tiempo allí, ellos pueden hacer algo que los haga sentirse mejor. “Cuando estés listo, vuelve y discutiremos juntos las soluciones.”
13.) El castigo puede “funcionar” si usted está interesado solamente en parar el mal comportamiento por “el momento.” A veces debemos tener cuidado de lo que funciona cuando los resultados a largo plazo son negativos—resentimiento, rebeldía, venganza o retraimiento.
14.) Enseñe a los niños que los errores son oportunidades maravillosas para aprender. Una forma de enseñar a los niños que los errores son oportunidades maravillosas para aprender es modelando usted mismo el uso de las “Tres R's de la Recuperación” después de haber cometido un error. (1) Reconozca su error de buena gana; (2) Reconcíliese. Esté dispuesto a decir “lo siento, no me gustó la forma como traté ese asunto;” (3) Resuelva. Enfóquese en las soluciones en vez de la culpa. (#3 será eficaz solamente después de #1 y #2)
15.) Enfóquese en las soluciones en vez de las consecuencias. Muchos padres de familia y maestros intentan disfrazar el castigo llamándolo una consecuencia lógica. Invite a los niños a participar en la búsqueda de soluciones que (1) están relacionadas, (2) son respetuosas, (3) son razonables y (4) son útiles.
16.) Asegúrese de que se comunica un mensaje de amor y respeto. Empiece con “eres importante para mí. Estoy preocupado por esta situación. ¿Trabajarías conmigo para encontrar una solución?”
17.) ¡Diviértase! Lleve la alegría a los hogares y salas de clases.
Del libro Disciplina Positiva por Jane Nelsen
Publicado por Ballantine, New York, NY: 1996
Disponible a través de Libros, Cintas y Videos Empowering People (1-800-456-7770)
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